Imágenes del día 20 de Noviembre de 2002
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, llegó a la playa de Barrañán, infestada de fuel, una semana después del inicio de la tragedia.
¿Por qué una semana después? He aquí la contestación del ministro: «Lo que nosotros hemos hecho es la labor que se tenía que realizar. Lejos de cualquier protagonismo y cerca de encontrar respuestas» ¿Alguien lo entiende?.
Militares de la armada limpian la arena contaminada de la playa de Barrañán. Al fondo, la térmica de Sabón.
Otra imagen de las labores de limpieza desempeñadas por la Armada en Barrañán.
Un grupo de nudistas se desplazaron a la playa de Barrañán para protestar por el vertido.
Imagen aérea de la playa de Barrañán, que muestra la importancia del vertido.
Varios voluntarios limpiando la arena de la playa de Baldaio.
La costa de las Illas Sisargas muestra la llegada de algunas manchas de fuel.
En el parque natural de Corrubedo cerraron con una barrera de arena el canal que comunica las lagunas con el mar.
Otra perspectiva de la barrera de arena que protege la laguna del parque de Corrubedo.
En la imagen se ve como se repara una de las barreras naturales en Corrubedo.
Un hombre observa los efectos del vertido en una playa próxima a Xuno y Corrubedo.
El arco da vella brilla por encima de unas rocas infectadas de fuel en la playa de Traba.
El arenal de la playa de Trabas, con unos palos clavados en forma de cruz con el fuel esparcio por la arena.
Las barreras contra la contaminación colocadas en la playa de Corme se rompieron debido al fuerte temporal que azota la Costa de la Muerte.
Cientos de mariscadoras extraen todas las almejas y berberechos que pueden en la ría de Noia, ya que la cofradía de pescadores permitió el miércoles 20 extraer todo lo que pudieran cargar.
Otra imagen de una mariscadora intentando extraer todos los moluscos posibles, ante la prohibición de extraer en otras rías.
Un grupo de mariscadoras intentan recoger el marisco antes de que llegue la mancha.
También las bateas de las rías gallegas registraron una actividad inusitada.
Mientras, un barco pescaba de forma ilegal a dos millas de Barrañán.
Tres volanteros de Laxe salieron a faenar, pero el notario de Ponteceso levantó acta de cómo volvieron, completamente manchados de fuel, y un inspector de Saúde Pública decidió que había que destruir el pescado porque no era apto para el consumo.
Las gaviotas dan buena cuenta del pescado desechado por los marineros de Laxe al no poder venderlo por estar prohibida la pesca.
Un centenar de aves acuáticas afectadas por los vertidos están siendo tratadas y alimentadas en el Centro de recuperación de fauna salvaje de Cotoredondo, en Pontevedra.
Dos aves impregnadas de combustible intentan secarse extendiendo sus alas en una playa de la costa de Arteixo.
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