Imágenes del día 23 de Febrero de 2003
Más de 300.000 personas marcharon por las calles de Madrid para pedir responsabilidades políticas por la catástrofe del «Prestige».
Tres pancartas encabezaron la manifestación. Detrás de la primera se situaron los patrones mayores y la plataforma convocante. Detrás de la segunda se colocaron los mariscadores y los percebeiros y la tercera fue llevada por los ecologistas.
La Delegación del Gobierno cifró la asistencia en unas cien mil personas mientras los organizadores calcularon un millón de manifestantes.
Entre la segunda y la tercera pancarta se situaron los principales representantes políticos. En la imagen, Beiras, Zapatero y Touriño al inicio de la manifestación.
Tampoco faltaron los dirigentes de las principales organizaciones sindicales y sociales.
Durante la manifestación se recordaron las principales frases de los dirigentes gallegos y se prestó especial atención al Plan Galicia.
La manifestación se desarrolló en una ambiente festivo y sin incidentes. A lo largo del recorrido, sonaron con insistencia las gaitas gallegas.
Los manifestantes fueron muy críticos con los políticos del PP.
En el manifiesto leído por el escritor Manuel Rivas, la Plataforma «Nunca Máis» pidió la dimisión del ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, y del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga.
También demandó al Gobierno que convoque a la comunidad internacional para afrontar la catástrofe del «Prestige».
Al acto de protesta se unieron numerosos actores que leyeron su propio manifiesto. En la imagen, Miguel de Lira.
En el acto final de la manifestación tomaron la palabra miembros de los colectivos afectados. En la foto, el Patrón Mayor de la Cofradía de O Grove, Francisco Iglesias.
Dimisión e Incompetencia fueron dos de las consignas más repetidas a lo largo de toda la convocatoria.
Los manifestantes hicieron gala de su ingenio en carteles y pancartas.
Un manifestante se echa por encima un líquido negro simbolizando el crudo del «Prestige» que mancha las costas gallegas.
Simulaciones del Prestige se repitieron a lo largo de toda la convocatoria. La principal, colocada sobre un camión, se situó en el medio de los manifestantes.
Las cofradías también quisieron representar los botes de recogida de fuel.
El «No a la guerra» también estuvo presente en la manifestación de Nunca Máis en Madrid.
Todos los puntos del recorrido de la manifestación quedaron impregnados de la palabra Nunca Máis. Así, un manifestante no dudó en situar una bandera en lo alto de la Cibeles.
Miles de manifestantes acudieron vestidos de voluntarios mientras portaban los distintos aparejos utilizados en las tareas de limpieza.
Decenas de autobuses procedentes de toda España, aunque en especial de Galicia, llegaron a lo largo de la mañana a Madrid.
El ambiente festivo que se vivió a lo largo de toda la manifestación ya se dejó notar en las largas horas del viaje hasta Madrid.
El dúo zaragozano Amaral también participó en la manifestación y cantó algunas de sus canciones durante el acto de protesta.
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