Me levanté de mal humor, tropecé con la alfombra y me abrí la cabeza con la esquina de la cama.
El microondas explotó mientras me calentaba el café.
La tostada cayó encima de mi gato (con la mermelada para abajo, claro…)
Decidí darme una ducha para ver si me calmaba… y solo esto me faltaba…
Deja una respuesta