Se han obtenido imágenes de las estructuras del Sol más pequeñas vistas hasta el momento, que ayudarán a resolver el misterio de las manchas solares. Los resultados, publicados por la revista Nature, se han conseguido con el nuevo Telescopio Solar Sueco, de 1 metro de diámetro e instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos.
Las imágenes más precisas del Sol obtenidas hasta la fecha se presentaron el 14 de noviembre. En ellas se observan nuevos detalles de las manchas solares, que ayudarán a despejar muchos de los interrogantes que aún existen sobre la actividad solar. Los resultados desvelan un núcleo oscuro en las estructuras filamentosas que rodean las manchas, desconocido hasta ahora. Por el momento los científicos ignoran cuál es su naturaleza.
El descubrimiento ha sido realizado con el Telescopio Solar Sueco, de 1 metro de diámetro, operado por el Instituto de Física Solar de la Real Academia de Ciencias Sueca. Este instrumento está instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que constituye uno de los mejores emplazamientos del mundo para la observación solar. Este telescopio ha conseguido observar estructuras de tan sólo 70 km de tamaño en la superficie del Sol, con un detalle 1.200 veces superior al que puede obtener nuestra vista. Los resultados lo confirman como el telescopio solar de mayor resolución del mundo y hacen prever que estemos ante una revolución en astrofísica solar.
Las manchas solares son regiones oscuras del Sol, con temperaturas más frías que las de su entorno. Este fenómeno se debe a fuertes campos magnéticos que bloquean en estas zonas el paso del gas caliente que proviene de su interior. Sin embargo, tras décadas de estudio, aún se desconoce cómo se forman estas manchas o las causas de que sean estables durante semanas. Tampoco se sabe por qué alcanzan un máximo de intensidad cada once años, lo que se denomina «ciclo solar». Hasta ahora se sabía que las manchas tenían una región central muy fría y oscura, conocida como «umbra», rodeada de otra más brillante en constante movimiento, la «penumbra». Sin embargo, los telescopios solares no habían conseguido observar con detalle la penumbra debido a que no tenían la resolución suficiente. El nuevo Telescopio Solar Sueco sí que ha conseguido imágenes en las que se ve claramente la estructura que posee, consistente en una serie de filamentos muy alargados y finos con un núcleo oscuro en su interior. Estas imágenes podrían ayudar a resolver el enigma que hay detrás de la existencia de las manchas solares y a esclarecer la relación entre la penumbra y la estabilidad de estas manchas.
Durante años, el sueño largamente anhelado de los astrofísicos solares ha sido obtener imágenes de las estructuras más pequeñas del Sol. El telescopio Solar Sueco ha sido el primero en conseguirlo, pudiendo «fotografiar» estructuras de un tamaño de tan sólo 70 km (ó 0,1 segundos de arco). Se cree que es en esta escala en la que se producen los procesos físicos fundamentales de los que dependen los cambios de la actividad solar. Los nuevos conocimientos que se obtengan tendrán una gran importancia práctica, puesto que los cambios en el Sol influyen en el funcionamiento de las telecomunicaciones y los satélites. Además, se piensa que también podrían repercutir en el clima terrestre. Por otro lado, el Sol es el único lugar donde se pueden poner a prueba ciertas teorías físicas, debido a que las condiciones extremas que se dan en él son imposibles de reproducir en un laboratorio de la Tierra.
El nuevo Telescopio Solar Sueco fue inaugurado en marzo de este año. Ha sido diseñado y construido para convertirse en el telescopio solar con mayor resolución del mundo. Este objetivo sólo era posible consiguiendo minimizar la aberración que la atmósfera terrestre introduce en las imágenes de todos los objetos estelares. Para ello cuenta con un sofisticado sistema conocido como «óptica adaptativa» y una técnica de «restauración» de imágenes. La óptica adaptativa es una técnica que evita la aberración de las imágenes compensando la turbulencia atmosférica. Para ello, el telescopio cuenta con un espejo «adaptativo», ligero y de pequeño tamaño, que se deforma más de 1.000 veces por segundo. Por otro lado, la «restauración» de las imágenes se hace eliminando errores de ellas, una vez se han obtenido con un dispositivo electrónico.
Además, este telescopio está situado en el que se considera el mejor emplazamiento para el estudio del Sol, el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), donde el «seeing» (las condiciones de visibilidad) son óptimas. Por último cuenta con una lente de un gran diámetro (de 1 m), lo que lo convierte en el mayor telescopio solar europeo y el segundo en el mundo.
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