La verdad es que nunca he sido mucho de celebrar mi cumpleaños y, aunque este año tampoco tengo nada especial previsto, creo que me lo voy a tomar de una forma muy distinta a los anteriores.
Habitualmente el día 26, San Esteban, festivo en Cataluña, suelo desaparecer. Además, desde hace unos años me es muy sencillo ya que me encierro en casa, desconecto teléfonos e Internet y vivo el día a mi bola, sin necesidad de tener que escuchar a nadie felicitarme. Este año no lo voy a hacer y voy a estar atento a todo, con los ojos bien abiertos.
Muchos ya sabéis que llevo tiempo diciendo que «a los 35 me jubilo», y este año comienza la cuenta atrás. Desde que hace año y medio tomé un cambio muy importante en mi vida en muchos sentidos, las decisiones y la gente que me rodea me apasionan. Y este 2010 se plantea con muchos cambios. En realidad, como ya expliqué hace unos días, los cambios están fluyendo y simplemente ocurre lo que ha de ocurrir.
Y, la verdad es que poco más a decir… cambio de año, cambio de lusto, cambio de década… como decía Rafiki: cambiar es bueno, pero no es fácil
.
Deja una respuesta