El Mundo Amarillo tiene un color especial, y sin duda Albert Espinosa escribe algunas cosas que todos hemos pensado alguna vez, dándole un punto de vista ligeramente distinto a la vida. Ahora, con Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo tenemos una nueva aventura en la que se habla de aquellos pequeños detalles del día a día, junto a relaciones, sexo, confianza, sinceridad…
Al principio del libro, en las primeras páginas hay un par de párrafos que creo que dicen mucho de lo que nos encontramos en los libros de Albert:
Y lo cierto es que tardas años en hacer tuya una almohada; cientos de dormidas para darle esa forma tan especial que la define y que tanto atrae y te lleva al sueño.
Al final, sabes cómo doblar la almohada para conseguir el sueño perfecto, cómo girarla para que la temperatura no sobrepase la que te gusta. Incluso sabes cómo huele después de una buena dormida. Ojalá pudiésemos saber tanto de las personas que amamos y duermen a nuestro lado.
En este libro se habla mucho del sueño, de dormir, de no dormir, de lo que pasa mientras soñamos, y de los dones que tiene la gente. En los sueños vivimos una realidad, con fallos:
Pero creo que son de agradecer esos fallos de raccord en los sueños. Aunque a veces descubres uno de esos errores de continuidad y sigues durmiendo, porque no deseas despertarte. Lo que demuestra que mucha gente prefiere dormir a vivir, aunque sepa que la realidad que está gozando es falsa.
Yo no soy de ésos; no me gusta percatarme de lo que estoy sintiendo en un sueño. Si presiento un fallo de este tipo, me despierto al instante.
Es un libro que entra sólo. Me lo comencé a leer en la misma tienda donde lo compré y en el momento en el que llegué a casa… Al cabo de unas horas, tras un baño en la piscina adelanté otras tantas páginas, al volver a casa tomando «la fresca» y antes de irme a dormir acabé con esas pocas páginas que quedaban.
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