Ya sólo faltan unos días para mi primera larga estancia fuera de España en un viaje personal y profesional. La verdad es que todavía no tengo claro cómo empezó todo esto de irme a Estados Unidos una temporada. Supongo que si sumo elementos y cosas que me dije hace algunos años se podría llegar a mi situación actual. Recuerdo cuando estudiaba que mi profe de programación, Jordi Binefa, hizo un comentario sobre los informáticos titulados en USA y eso me hizo pensar que algún día estaría bien irse a Estados Unidos a trabajar. Años después, cuando estuve trabajando en Cruz Roja en la playa me planteé la posibilidad de ir en «invierno» a Argentina, y quedarme en verano en España. La verdad es que nada de eso lo llevé a cabo.
Algunos recordaréis que el pasado febrero estuve de viaje en Miami al evento Parallels Summit 2010. Ahí fue cuando me quedé fascinado por lo que Miami ofrecía, y parcialmente por lo que Estados Unidos en general tenía. No sé, desde ver que es cierto que las botellas de leche allí son «garrafas» hasta los retretes que, la taza siempre está llena de agua hasta casi los bordes (espero hacer documentos gráficos cuando vaya, porque es un poco raro). En Estados Unidos todo es grande; la palabra que definió ese viaje fue BIG.
Así que a la vuelta de aquel viaje me planteé la posibilidad de irme un par de meses a finales de este año. La idea era irme 2 meses, buscar clientes y, en febrero, volver a ir esta vez para el Parallels Summit 2011 que se hace en Orlando.
Así que tras el verano me dispuse a pillarme un vuelo de ida-vuelta Barcelona-Algo-Miami. Acabé comprando uno en British Airways que era, en ese momento, el que me salía mejor de precio. Vuelos a Miami directos no hay aún desde Barcelona, por lo que las alternativas principales eran Madrid (Iberia), Londres (British) o Zurich (Swiss).
Una vez ya tenía el billete, el siguiente paso era conseguir alojamiento. De nuestro último viaje allí saqué algunos contactos interesantes, y a través de Jorge González he podido negociar un apartamento muy cerca de la 5th Venetian Island que es donde estuvimos. La verdad es que el apartamento no es muy grande, pero la idea es que esté yo sólo por allí, con picos puntuales de gente, así que me acondicionaré aquello para la situación. De todas formas, no me dan el apartamento hasta como quien dice, el 1 de diciembre, así que he de buscarme unos días de hotel o similar.
Otra cosa interesante es el tema «vehículo». Miami no está muy preparada a tener parkings subterráneos, pero allí la mayoría tiene coche y va en coche. Lo mejor es que los aparcamientos que hay en la cale (rollo zona azul / parquímetros) son bastante baratos. Ahora no recuerdo los precios, pero recuerdo que con 1 dólar tenías para un par de horas. Total, que lo que me han recomendado es que, si voy a plantearme estar un tiempo elevado, me compre un coche. Al parecer un coche de segunda mano allí es bastante barato (2.000 – 3.000 dólares, unos 2.000 – 2.500 euros) lo que lo hace muy interesante, porque el alquiler de un coche «pequeño» es de unos 600 – 750 euros al mes. De todas formas, el primer mes sí que me pillaré un coche pequeño de alquiler, y en esos días tendré que buscarme alguna cosa para comprarme uno.
Hace cosa de 4 semanas hubo un cambio de planes que hicieron que tuviera un pico de estrés importante: un cliente me pidió que le acompañase a Argentina para encontrar un equipo de desarrollo que valiese la pena. Una de las cosas que hacemos en Kisslab es el de ejercer de CTO (Director de Tecnología) ya que es uno de los problemas más importantes que tienen algunas empresas de Internet, que tienen equipos de desarrollo fuera de la empresa pero «no saben comunicarse con ellos». Ahí es donde entramos nosotros. De esta forma, en base a un desarrollo que tienen en España vamos a buscar unos desarrolladores que tengan ciertos conocimientos de SEO y que hagan las cosas bien.
Este viaje hizo que se produjera una situación extraña en el viaje. Al día siguiente de que me preparasen los vuelos Barcelona-Madrid-Buenos Aires-Miami me enteré que British te cancela el billete de vuelta si no has consumido el de ida. Así que me encontraba en la situación de que tenía un billete inservible y necesitaba una solución para volver así que me tocó cancelar el vuelo de British y, con la misma pasta que me devolvieran, encontrar uno Miami-Barcelona, lo que me ha hecho investigar bastante sobre viajes por Estados Unidos. Al final encontré uno de Swiss que será Miami-Zurich-Barcelona.
A partir de este momento, en el que ya tengo todos los billetes las preocupaciones cambian radicalmente. Una de las primeras cosas que he hecho es adaptar mi GPS a los datos de Estados Unidos, haciendo backups de todos los mapas y demás del TomTom para no perderme nada más salir del aeropuerto. Allí, si te descuidas, te sablean con el alquiler de los GPS casi más que con el propio coche… Mi idea será más adelante usar el Google Navigation, pero no está de más tener un GPS siempre en el coche para el que esté allí y lo necesite utilizar.
Otra de las cosa que he hecho es un seguro médico / de viaje. Como ya sabréis, Estados Unidos tiene una sanidad como bastante privada, por lo que si te ocurre algo, lo normal es que tengas que pagarlo absolutamente todo. Es por esto que decidí mirarme un seguro por unos 6 meses (noviembre – mayo). Tras hablar con gente que se había sacado seguros anteriormente me recomendaron el de Mapfre que salía por unos 500 euros. Al final, hablando con un vecino que trabaja en Catalana Occidente me ha salido por poco más de 200 euros (y con mayor cobertura). Es importante ir con un seguro de este estilo (al menos médico) por si te pasa algo fuera del país… En mi caso, como no voy a llevar equipaje he decidido que los seguros «de viaje» no eran la mejor ayuda.
Hace un par de semanas lo que tocó fue dedicar un día al «papeleo en casa». Básicamente quería tener una copia de todo. Principalmente hay que llevar copias de: reservas de vuelos, reservas de coches, reservas de hoteles y, imprescindible, el ESTA. Las reservas básicamente las llevo para que, si en la aduana o en algún sitio, te pregunta que cuando legas, cuando e vas o similares, puedas «demostrarles» (entre comillas) que tienes al menos una reserva hecha y así no se mosquean. Aunque lo más importante es, cuando ya tienes todo más o menos seguro (y como muy tarde una semana antes de irte, mejor que 48 horas) el «famoso» ESTA (Electronic System for Travel Authorization). Este documento básicamente es un formulario en el que has de rellenar tus datos personales, el vuelo en el que llegas a USA, la dirección donde te vas a quedar y has de contestar a preguntas de esas de ¿quiere matar usted al presidente? y por el estilo. Lo importante es que este documento dura 2 años (yo lo he vuelto a hacer, aunque me ha avisado que hacía «poco» que lo tenía) con la intención de imprimirlo y ponerlo con un clip en el pasaporte. La idea del ESTA (según me explicó David) es mantener una base de datos central de todos aquellos que entran en Estados Unidos y que cualquier agencia (FBI, CIA, etc…) tengan acceso a dicha base de datos.
Otra cosa importante cuando se va uno a Estados Unidos es, a parte de llevarse algo de efectivo, el llevar tarjetas de débito/crédito. Es importante llevar un poco de todo por varias razone: el efectivo nunca está de más, las tarjetas de débito no siempre funcionan allí y las de crédito son imprescindibles. Además, aunque te abras una cuenta bancaria allí, sólo te dejarían pagar con cheques, pero no te dan una tarjeta de crédito. El efectivo lo tengo ya preparado desde hace tiempo… además, de mi último viaje me sobró bastante, así que llevo un poco de todo (incluso algunas monedas). Con el tema de tarjetas, en La Caixa me han ofrecido una VISA + AMEX (American Express), pero que tenían un límite de tan sólo 1.200 euros. Aunque es una cifra razonable, he conseguido que me la aumenten a 1.800 y es que no quiero correr riesgos. En casos de emergencia incluso creo que es poco margen. Probablemente hablaré con los de la oficina para que «me reserven» una parte de lo que tengo reservado para el viaje como cojín de las tarjetas, y de esa forma que puedan subir hasta 2.500 euros de límite. Es bastante y espero no tener que usarlo, pero no pienso correr riesgos. De todas formas, llevo todas las tarjetas que tengo de todos los bancos y cajas «por si acaso».
Otra cosa que he ido haciendo (en bloques) es dar poderes (y no, por mucho que vea Merlin no acabo de poder hablar con dragones). Por un lado he dejado poderes a mis socios según las empresas; de esta forma, si por cualquier cosa hubiera que ir a notarios o similares, ellos también tienen firma como para poder actuar en mi nombre. Lo que no tenía tan claro era qué hacer por si surge un poyo personal. La verdad es que no se me ocurren muchas situaciones, pero cosas tan sencillas como ir a Correos a buscar un certificado o tener que ir al banco a hacer alguna transacción de emergencia (desde pagar un recibo hasta enviarme dinero a USA) se complicaban bastante. Así que voy a dejar a una persona responsable en mi familia para que me gestione estos temas.
Y lo último gordo que he tenido que hacer ha sido encontrar el alojamiento para los primeros 10 días. Como antes he dicho, hasta el 1 de diciembre no tendré mi propio espacio, así que durante un par de semanas he estado investigando dónde alojarme. Esto me ha hecho aprender mucho de los sitios de valoraciones, tipo TripAdvisor y comprobar cuan importante es el tema de que la gente valore los sitios que visita y cosas así. Gracias a un par de sitios del estilo me he pasado horas y horas buscando el mejor para quedarme, hasta llegar a Best Western Windsor Inn donde estaré al principio. Ya contaré qué tal es como alojamiento para unos días.
En fin, ahora que sólo falta una semana para comenzar el viaje sólo me queda una cosa por hacer: creérmelo.
Deja una respuesta