Comienza una de las mesas que seguro que genera más controversia y lo hace de la mano de Pedro Martínez, Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Comienza hablando de la neutralidad de la red en Estados Unidos, comentando sobre el debate que se ha generado las últimas declaraciones que han acabado apareciendo. En Europa también ha llegado el debate, aunque no es tan intenso.
La ley tiene que ser idéntica para todos los usuarios, y en esto también debería de basarle la red de redes, y es que no se debería discriminar la información, unas conexiones mayores para unos u otros, no se pueden eliminar servicios…
La universalidad de la red debe ser un derecho fundamental. La historia ha evolucionado, el escenario ha cambiado y es altamente tecnológico. Ya no hablamos de discriminación racial sexual o similar, sino que se habla de la tecnológica. Si vamos a 1989 en la caida del Muro de berlín, en el que el mundo estaba dividida, pasamos al liberalismo, a una economía de libre mercado.
La universalidad de la banda ancha es la única forma de garantizar la igualdad de oportunidad en el acceso al conocimiento, de ahí que también haya que dar acceso a la neutralidad de la red.
Almudela Negro de Libertad 2.0 pone en duda la definciión de Neutralidad de la Red, y es que cada uno ve este concepto de una forma distinta. Usuarios, proveedores y operadoras tienen cada uno su propia visión, y que el concepto de neutralidad pasa a ser un concepto muy ambiguo. Una red neutral ha de ser una red no intervenida, sin coaación, donde ningún ente público no ha de filtrar de ninguna manera, sino que ha de dejarse en parte a la autoregulación.
Hasta hoy no ha existido ningún tipo de legislación sobre la neutralidad en la red y parece que todo está yendo bien, excepto en casos muy concretos en algunos servicios muy concretos. Todos los bits han de ser iguales frente a la red, y que las operadoras no pueden priorizar unos frente a otros. Si Telefónica niega el acceso a Google entra la competencia y probablemente haya un cambio de operadora.
El Ministerio de Economía introdujo sin desconocimiento una disposición final en la que otroga privilegios a unos contra otros, en un sistema de discriminación positiva. Si un miembro de la sección segunda decide que una web ha de ser cerrada, se cerrará, de forma coactiva, se está limitando la libertad de expresión de todos y cada uno de los españoles. Google podría ser cerrado por la LES. No se están cuestionando los derechos de Propiedad Intelecual, sino que se defiende una neutralidad no ciactiva en la que los gobiernos no actúen a favor de nadie.
Ahora llega el turno de APEMIT con Ana María Méndez. Ana comenta que se podría exponer un mundo rosa que el sector se ha ido adaptando a todo lo que ha ido apareciendo incluso en temas legales o cómo se ha adaptado al comercio electrónico. Las pymes tienen el sentir de que se ha estado trabajando para el diablo. Un ejemplo es el cánon digital que sobrepone un castigo para el sector ya que muchos no han podido doportar las demandas del sector. Incluso, los propios socios (como desarrolladores), no cobrar por ese canon, lo que supone un gran conflicto.
El Plan Avanza consiste en ofrecer créditos que tengan unos requerimientos mínimos, ya que se convence a los clientes para actualizar los equipos, máquinas muy interesantes y cuando llegan a casa y se conectan es como si se les hubiera vendido un coche de gama alta para ir por una carretera comalcal de segunda. A los usuarios se les condena por ser ilegales cuando por otro lado se está presionando para unas mejoras tecnológicas.
Hay distintos clientes, los expertos que son gente que no necesitan grandes máquinas que saben amortizar los equipos. Los usuarios que quieren jugar necesitan los últimos avances tecnológicos, lo que supone un cambio obligado. Otros usuarios nuevos, que son los que empiezan, no se les enseña lo que hace falta, no se les muestra el provecho al que se le puede sacar el rendimiento de las máquinas.
Sin privacidad ni neutralidad la profesionalidad del sector de la informática y tecnología queda relegada al sector juguetero, al del entretenimiento, ya que será muy complejo evolucionar e innovar.
Miguel Pérez Subías, de la Asociación de Usuarios de Internet, comentan que partimos de una base de que nadie es neutral, ya que todos tenemos nuestra propia neutralidad. Sabiendo que esto es así se plantea cómo es posible mejorar todo esto. Lo que hay que hacer es pedir competencia y transparencia, de forma que la posibilidad de elegir vendrá dada por sí misma y podremos elegir lo que más nos interesa. Una red pública puede tener sentido y trabajar en paralelo con redes privadas.
La tecnología no puede ser que cierre algunas de nuestras libertades. Estamos ante un modelo de negocio brutal, el modelo industrial en el que se contaba el volumen, el valor tiende a cero. Pasar de los CD a los bits de Internet se está convirtiendo en un cambio de modelo grande, no siendo un tema de piratería, sino un cambio de negocio al que no se quieren adaptar. El modelo al que vamos exige una reconversión con sacrificio al que muchos no están dispuestos a llegar.
Internet se configura como un cerebro, los hiperenlaces son como sinapsis, podemos saltar de un sitio a otro. Internet tiene capacidad de pensar, está generando una inteligencia colectiva. La capacidad de proceso es mayor en Internet pero la fuente de energía es lo contrario, es mayor la del ser humano. Hay una responsabilidad en la creación de valores y es que cada uno de los individuos es capaz de ser influyente, algo que hasta ahora no era posible sin una representatividad.
El siguiente es David Gómez, de la Asociación de Internautas. Va a comentar sobre el «paquete telecom», una serie de reformas legislativas respecto a un mercado obsoleto, que estaba dirigido inicialmente a los servicios, pero que los lobbies consiguieron colar una serie de enmiendas dirigidas a criminalizar a los usuarios. Más tarde se descubrió que según se negociaba que los ISP y los productores de contenidos se querían asociar como si de una televisión se tratase, bloqueando parte de los servicios a su elección debiendo pagar por los servicios extras. A nivel europeo se comenzó una unión de varios países repartiendo el trabajo. Gracias a esto se pudo parar y aunque algunos no se estaba dispuestos a ceder, hubo unos puntos de tensión que llevaron a que en una tercera lectura se aprovó parte de enmiendas como que los operadores pueden cortar distintos servicios, siempre que quedase muy específico en los contratos. La valoración final es de estar moderadamente satisfechos, aunque hay detalles que no deberían haber pasado algunas cosas, pero también se eliminaron muchas enmiendas como la 138 (que permitía que los usuarios tuvieramos un proceso justo y previo).
De todos estos procesos se ha aprendido que hay que adelantarse, como por ejemplo con el ACTA, que ya no es secreto, y que si queremos influir realmente en el parlamento se puede hacer, se ha hecho con el «paquete telecom», haciendo una labor de pedagogía al más puro estilo lobbie. Si tenemos la razón y somos más, la presión es mucho mayor, y, eso sí, la gente se tiene que mojar. De esta forma, por 2-3 euros podemos ser capaces de hablar con eurodiputados y te das cuenta de que son receptivos y que sólo les llega información distorisonada de los lobbies. Hemos de hacer ese contrapeso.
El ACTA quiere ir contra los usuarios, pero siguen queriéndolo colar en el último texto oficial. Otro tema es el de la responsabilidad de los ISP (en el que un operador pueda o no ser responsable de la transmisión). Si el ISP actúa de buena fe, no hay problema, pero, tenían que estar dispuestos a «colaborar», ofreciendo datos del usuarios. Y el último, es el de los DRM, los derechos digitales, por el que están dispuestos a avanzar, pretendiendo eliminar un sistema de modelo como el español. El Parlamento Europeo debería devolverlo directamente, ya que el ACTA viene de la parte de la falsificación, usando un texto que tenía un fin para integrar elementos que no tienen nada que ver.
Eduardo Vidal lleva un grupo de Facebook de más de 230.000 personas en el que se defiende el Manifiesto en defensa de las Libertades en internet. Es un grupo social y no político, y que tiene un gran principio de diversidad política, social, de edades… todos pensamos más o menos lo mismo pero nos explicamos de distintas maneras. Las grandes compañías tecnológicas han acabado comprando las compañías del entretenimiento. La falta de información hace que se venda mucho tecnicismo, mucha marca y que favorece a unos cuantos, pero no a la mayoría de los que han invertido en esa tecnología.
Subvencionamos películas que no se han estrenado y que si se cuelgan en la red o videoclub hay que pagar el alquiler. No tenemos acceso a muchos contenidos a los que no se da acceso ya que la difusión de las obras para generar nuevo desarrollo debería estar en manos de los ciudadanos que los han pagado a través de impuestos.
Las soluciones van muy enfocadas al nivel de la Inquisición. El propio sistema está creando las crisis, e Internet y las comunicaciones son una fuente de ingresos que parece que puede salvar las industrias obsoletas. El grupo está apoyando cualquier cosa que vaya a favor de parar la ley, y se apoyará cualquier iniciativa lógica que se dirija en este sentido.
Para acabar Carlos Sánchez Almeida, de Bufet Almeida. La Ley Hadopi ha sido revelada y los franceses han descubierto cómo sacar provecho de todo lo que tenían en contra. La neutralidad en la red no ha de ser un derecho fundamental sino que ya lo es. Todos los paquetes de datos han de tratarse igual; todo ha de ser accesible y eso ya está recogido en el artículo 14 de la Constitución Española. La Constitución es nuestra mejor baza en cuanto a la neutralidad de la red, ya que viene ya hecho. Una «potencia militar hegemónica» quiere imponer a Europa lo que se considera bien y mal. En Europa ya se garantizaba en su día la neutralidad a través de leyes de comercio electrónico. Hay una política de bloques entre los que tienen y los que no tienen. El 9/11 (caída del muro) comienza la libertad, y el 11/9 (caída de las torres gemelas) se acaba ese modelo.
Todo es una guerra preventiva para conseguir controlar a los internautas de compartir información libremente, que va en contra de las libertades europeas, y que en España se quiere poner en manos administrativas cosas que deberían llevarse por vía jurídica. El gobierno quiere hacer una lobotomía y decidir qué enlaces son legítimos y cuáles no lo son por parte de una ley, un ataque frontal contra las libertades y no darse cuenta de lo que representa internet como unión de esfuezos de todos los ciudadanos.
Ahora queda el qué hemos de hacer ahora, ya hemos puesto muchos manifiestos, ahora toca ser un cerebro unido, trabajar en una única dirección, poner a disposición una huelga general de Internet, hacer un blackout a favor de la libertad de expresión, todos juntos sin ningún tipo de exclusión.
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