Hace unos días que tuve que usar el transporte público en Barcelona. Normalmente uso el transporte público fuera de Barcelona, cuando viajo por Europa o Estados Unidos, pero hace ya bastante que en Barcelona suelo ir en moto (y en pocos casos, en coche). Pero como digo, el otro día esto cambió, y me hizo, para bien y para mal, hacer comparativas odiosas.
Hace unas semanas estuve en Londres. Allí el transporte público es muy caro (para mi gusto) pero se puede decir que es muy eficaz. Cada dos o tres minutos llegaba un autobús y lo mismo pasaba cuando esperaba en la estación del metro, no paraban de pasar. En cambio, este fin de semana cuando he tenido que usar el de Barcelona me han surgido ciertas dudas si lo miro comparativamente hablando.
Para comenzar, estuve esperando cerca de 20 minutos al autobús L94. Vale, que sí, que pasa cada 30 y salí «pronto». El autobús me costó 2 euros para hacer un trayecto bastante largo. Tras unos 50 minutos pasé de estar en Port Ginesta a estar en Plaza de España. Para ser sábado por la mañana el bus iba bastante lleno, con personas de pie.
Tras esto me tocó entrar en la parada de metro. Allí otros 2 euros para el siguiente billete (ya que los billetes sencillos parecen no estar en el sistema tarifario integrado). Desde allí hasta Fondo, un camino que me conocía muy bien. La espera en la estación fue de algo más de 4 minutos.
En total desde que salí de casa hasta que llegué a «la otra» casa, casi 2 horas. En moto, como medida, tardo algo menos de 45 minutos.
Y entonces aquí viene la duda que se nos planteó a Jaume y a mi en ese último viaje a Londres: ¿pagarías 10 euros/día por ir en bus + metro y en metro + bus? Sí, es una pasta, pero es más o menos lo que pagamos los varios días que estuvimos en Londres, y eso que íbamos con la Oyster Card que se supone que te da las tarifas más baratas.
Como decía, la diferencia es significativa en cuanto al servicio… el tiempo que tardábamos en tomar el bus tras llegar a la parada, e igual con el metro simplemente eran de risa. Si tuvieras un servicio eficaz ¿pagarías por él? Los usuarios del transporte público se quejan (con razón) de que el servicio en muchas ocasiones es deficiente. Estoy de acuerdo… creo que algunas líneas de bus sobran sobretodo si se potencian otras con una frecuencia de paso que de miedo. Con el metro también pienso lo mismo; creo que la red de Barcelona está ajustada (y cuando esté la línea 9-10 aún más) pero que existen un grave problema de tiempos. Y ya no entro en el tema de los trenes de cercanías.
Entonces la cuestión que se me pasó por la cabeza, tras las muchas huelgas en los transportes públicos es ¿por qué no probar una huelga a la japonesa? Simplemente me gustaría ver qué ocurre si salen TODOS los autobuses y todos los metros a la vez. Es algo técnicamente asumible, ya que por la parte de los autobuses no habría problemas, dependen del tráfico, y los metros tienen un sistema de semáforos para que no choquen entre una estación y otra.
Con esto me gustaría testear dos cosas:
Por un lado que se puede tener un mejor servicio, que es lo que los usuarios quieren. Con esto los trabajadores del transporte público podrían decir: miren señores, esto que quieren es posible, pero con la mierda que nos pagan, con los recortes y demás, no nos dejan y no son capaces.
Por otro, comprobar que con un pequeño ajuste en el precio, la eficacia de los transportes ayudarían muchísimo a la ciudad a mejorar en productividad. Si los usuarios pueden ajustar los tiempos de ida y vuelta se mejoraría tanto en el nivel de vida como en otras cosas.
Sé que a lo mejor estoy planteando algo muy absurdo, pero tengo muy claro que el concepto de «huelga a la japonesa» puede permitir demostrar algunas situaciones, como podría ser esta, algo que a los usuarios haría felices, y algo que demostraría que los trabajadores tienen razón…
Pero como siempre, estas ideas locas son, por norma general, las que nunca se llevan a cabo.
NOTA: Me encanta el bus de la imagen.
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