En más de una ocasión me he tenido que morder la lengua en muchos de mis blogs y de mi historia en la red para no contar cosas personales. He llegado a la conclusión de que muchos de los temas personales no se pueden hacer públicos en la red, al menos en blogs o sitios públicos. Reconozco que tengo una página personal a la que sólo tienen acceso mis amigos más íntimos en la que voy explicando más lo que me pasa como persona.
Porque, está claro que, aunque no lo parezca, soy una «persona pública» y quiera o no, lo que yo publico tiene repercusión, en 1 o 1.000 personas, da igual, pero con que sólo una persona esté interesada en lo que hago a parte de mi tarea profesional en la red, he de tener cuidado con lo que publico.
Recuerdo hace un tiempo que, algo que parecía tan chorra como Twitter comenté que estaba en pleno proceso de expansión-separación de la empresa en dos, y llegó a salir publicado en algún sitio a raíz de estar ahí. Lógicamente los socios tuvimos que comenzar a tener cuidado con lo que comentábamos, ya que un simple comentario inocente se había convertido en una noticia en la blogosfera.
Es por eso que ha llegado un momento en el que me negué hace algunos años (casi desde siempre) a publicar nada relacionado con mi vida personal. A veces he comentado que me voy de viaje y cosas así, pero creo que puede llegar a ser hasta contraproducente decirlo, ya que puede dar pie a actividad extraña por parte de tercero, ya que saben que no estás disponible.
En fin, ¿alguna vez has tenido algún percance personal (o a tu alrededor) por algún comentario publicado en tu blog o similar?
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