Más o menos por estas fechas, hace 13 años que me conectaba por primera vez a Internet. Aunque ya había tenido alguna experiencia en otros ordenadores, era la primera vez que lo hacía desde mi propia máquina. Pero no, no quiero hablar de batallitas de mi vida sino que, ahora que he podido escuchar un poco de la charla que ha habido en la Campus Party de Valencia sobre Community Managers, las charlas y clientes de SEO, problemas que tenemos a la hora de encontrar algunos perfiles profesionales… me he decidido ha intentar ver si alguien me aclara qué está pasando.
Hace 10 años a los que estábamos en Internet nos llamaban freaks, eramos «los raritos» que estaban todo el día delante del ordenador, y tengo la extraña sensación de que ahora, mucha gente que sólo lleva 3 años en la red, quiere dedicarse completamente. Que conste que no digo que no se pueda hacer, pero para ser quien soy hoy en día, para ser el profesional que me considero, han pasado 10 años. Los 5 primeros los hice observando, aprendiendo, entendiendo el funcionamiento de la red «como usuario». Sí que hacía mis pinitos moderando algún foro, creando algún sitio web de más o menos éxito, pero nunca me llamé profesional de Internet.
Eso sí, el día que entré a trabajar en ITnet mi forma de ver la red de redes cambió. Ya no era «aquel usuario» sino que estaba trabajando en una empresa que se dedicaba a «crear Internet» de alguna forma. Con el tiempo comencé a enfocarme profesionalmente (entre comillas) a hablar de buscadores. No soy periodista, no he estudiado comunicación, simplemente me gusta escribir las cosas que pienso y como las pienso. Esto ha hecho que en contadas ocasiones haya cabreado a Google, a Yahoo!, a Microsoft, a Repsol, Cuatro, Telefónica… pero, aun «consiguiendo» esto no me considero un «top blogger» ni nada parecido… sí, soy blogger porque tengo un blog en el que escribo y hay al menos 2 personas que me leen asiduamente.
Cuando comencé a dedicarme a eso que llaman SEO (supongo que de rebote por hablar de buscadores) mi objetivo principal (o el que me imponían) era el de engañar lo máximo a Google para que la empresa ganase muchos euros (de los cuales yo no veía ni un duro). Con el tiempo me di cuenta de que eso no tenía sentido, y más tarde llegué a la conclusión de que «el SEO ha muerto». Sí, al final el SEO no existe, ya que lo que existe realmente es saber cómo funciona Internet, es saber y entender cómo funcionan los buscadores y hacer las cosas bien. A esto muchos lo llaman sentido común.
Con el paso del tiempo me he rodeado de buenos profesionales de la red y me he alejado de gente que dice saber de Internet. Me considero un profesional de Internet. Esa es la definición exacta. ¿Qué significa? Pues que si he de hacer una campaña de pago-por-clic o estudiaré para aprender y cuando sepa (sin engañarme a mi mismo) podré decir que soy profesional del PPC. Yo ahora mismo sabría montar una campaña, gestionarla e incluso optimizarla, pero no me llamo «profesional del PPC». También se crear una página de fans de Facebook, y si me dedicara unas pocas horas al día, sabría cómo hacer que creciera y creciera hasta tener miles de fans, pero no me llamo «profesional del community manager». También he tenido la posibilidad en la vida de montar varias empresas, he tenido buenas y malas experiencias con socios, pero no me llamo «empresario», porque aun me quedan años para poder quebrar una empresa de más de 1.000 millones, como Díaz Ferraz.
Reconozco que me gano bien la vida. No vivo en una torre de monedas de oro a lo Tío Gilito pero tampoco vivo ahogado como mucha gente que conozco que trabaja decenas de horas por poca pasta. ¿Me lo he montado bien? No, simplemente saco partido a mis conocimientos en el momento exacto. Valoro mi trabajo, mis conocimientos, mi experiencia… Ayer mismo unos clientes me preguntaban si necesitaban incluir twitter y un blog en su sitio web. Mi respuesta fue que si realmente lo iban a gestionar, le iban a echar horas y tal, que sí, que lo hicieran, pero que tuvieran dos dedos de frente. Seguramente un SEO, un CM y demás me dirían que «estoy loco por perder la oportunidad de venderles la moto«, pero es que si lo hacen el gilipollas soy yo por ser un mal profesional. En mi vida no vale el todo por el todo, o el ser un trepa y pisotear al de al lado. Sí, la cosa está muy mal, pero creo que en muchos casos «la crisis» realmente la tienen las personas y no el mundo.
Últimamente veo a mucha gente que dice saber de SEO. Y digo «dice saber» porque lleva un año metido en el ajo, después de dos meses leyendo en foros y se cree que Google funciona en base al Pagerank y que con cuatro enlaces será capaz de hacer multiplicar el tráfico de su cliente. O quizá mejor, a los tres meses, justo antes de que su cliente caiga en una penalización, lo dejará tirado y que se coma el marrón otro. También escucho a esos que hablan de la «Web 2.0» (que bonito palabro) y que se les llena la boca, cuando en «enviar información a sitios web» existe desde hace bastantes años, con los foros (que son sitios web participativos) o con cosas como eBay, creado en 1995 (cuando algunos de los que ahora dicen ser profesionales estaban mamando de la teta de mamá). Lo mismo pasa con los Community Managers, esos «foreros» que dicen saber cómo gestionar una empresa en Internet desde Facebook. Lo siento, conozco a usuarios de foros que saben gestionar a decenas de miles de usuarios, que han lidiado con el spam más abusivo, que saben contestar a todas y cada una de las preguntas… ¿Por qué queremos inventar puestos de trabajo que no existen? Y no, no me sirve eso de que Internet crea «conceptos nuevos», al menos no en su mayor parte.
Creo que desde hace dos o tres años los recien-llegados a Internet quieren poner en marcha una revolución a lo Web 3.0 olvidándose que el dinero, que la política y, sobre todo, que la gente, no está en Internet, sino fuera de las pantallas y que los billetes y monedas, la comida, el aire que respiramos no se puede medir en pixeles. No podemos inventar cosas que no existen. Yo creo en las marcas, son importantes, y aunque han evolucionado, las marcas en Internet no dejan de ser sólo las marcas en un canal. Si yo hablo de Belén Esteban es probable que el 80% de la población española sepa de ella a través de canales como la televisión, radio, papel o Internet. Si yo hablo de la marca Javier Casares es muy probable que el canal televisión, radio o papel no sepan de mi, y que sólo lo sepa el de Internet. ¿Soy una marca? Sí. ¿Me está bien que sólo sea Internet? Sí. Que haya creado una marca tras mi nombre no me da derecho a nada, porque no soy una marca mundialosa.
Ser el director de El País (como medio importante), ser Julián Muñoz (como imputado importante), ser Coca-Cola (como refresco importante) te permiten ciertas cosas que la red no. Tenemos la sensación de que todos somos marca.com, actuamos como si lo fuéramos, y creo que sólo unos pocos «elegidos» de Internet pueden decir que son alguien. Sergey Brin, David Filo, Mark Zuckerberg, Tim Berners-Lee. Para muchos estos nombres serán desconocidos, pero todos los que hemos puesto un pie en Internet utilizamos algo que ellos han revolucionado el mundo.
En el mundo se estima que hay 6.750 millones de personas. No somos nadie, pero cada uno de nosotros hace que el mundo cambie. Sentido Común, por favor.
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