El agente Q, el genio técnico de las películas de James Bond, ha deleitado la imaginación de los aficionados al cine dotando al popular agente secreto con los más innovadores artilugios de espionaje: huellas digitales falsas, un respirador subacuático, lapiceros tóxicos y paraguas asesinos.
Pero la realidad podría estar alcanzando a la ficción.
Tomemos, por ejemplo, el DVD «autodestructible».
Estos discos reproducen la información que está almacenada en ellos durante un cierto período de tiempo — entre ocho y 60 horas — y después el contenido se «autodestruye» misteriosamente.
«Encaja muy bien con James Bond», dijo Alan Blaustein, jefe de Flexplay, una joven compañía neoyorquina que ha patentado esta tecnología.
La última película de Bond, «Die Another Day», utilizó DVDs Flexplay para mostrar a la prensa algunas de las escenas de la nueva película antes de que se estrenara.
Los discos incluían una carta de Q que advertía a sus receptores: «Una vez usted desempaquete el DVD, sólo dispone de 36 horas para verlo».
Transcurrido ese tiempo, la carta de Q señala que el disco «se convierte en bonito posavasos para un martini».
¿Cómo funcionan estos DVDs? Pues Blustein mantuvo un secretismo al respecto. Se limitó a decir que se trata de «tecnología de química».
Pero ver cómo el disco se volvió de color violeta luego de esas 36 horas dio una pista importante, al igual que el propio sitio de la empresa en Internet: en Internet: «Debido a que los DVD se leen ópticamente, la claridad y la transmisión de la luz a través de la superficie del disco son cruciales en su reproducción».
Blaustein dijo que los discos «autodestructibles» son una buena forma de ofrecer a los consumidores un avance de temas musicales, películas o programas televisivos. Los discos, que están protegidos contra las copias ilegales, sirven para tentar a los compradores para que adquieran las versiones que no desaparecen.
La tecnología también podría ser utilizada por compañías de software que traten de disuadir a los dueños de computadores personales de compartir ilegalmente la misma versión de un disco de instalación.
Los discos de Flexplay son tan novedosos que sólo han sido utilizados en otra promoción anteriormente. Fue en octubre pasado, en un disco compacto musical que se repartió entre los seguidores latinoamericanos de MTV.
A dónde llegará la compañía después de esto es alto secreto, dijo Blaustein, quien actualmente negocia varios acuerdos. «No puedo decir nada por el momento», declaró.
Sin embargo, no se mostró preocupado por la posibilidad de que la realidad alcance a los guionistas de James Bond.
«Hollywood… está 50 o 60 pasos por delante de todos los demás», señaló.
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