Hace unos días que cayó (vamos, me lo compré) en mis manos un Pinebook, ese pequeño ordenador basado en PINE64 que por 100 dólares te ofrece una máquina bastante razonables. Y digo bastante porque obviamente no es una máquina excepcional, aunque sí por su relación calidad/precio.
Este dispositivo está basado en hardware open source, y vienen con una CPU Quad-Core ARM Cortex A53 64-Bit, junto a 2 GB de memoria RAM y una pantalla de 11 o 14 pulgadas, en mi caso esta última. Un detalle curioso es que el dispositivo sólo tiene 30 días de garantía y que viene con la batería completamente vacía, lo que significa que antes de poderte poner a jugar tendrás que cargarla, algo que al menos la primera vez no fue extremadamente rápido que digamos (tranquilamente estuvo 6 horas…).
A nivel de memoria de disco se nota que los 16GB son pocos, porque ya de buenas a primeras te encuentras prácticamente sin tan siquiera poder actualizar el Linux (Ubuntu Mate) que viene de serie. Además viene en un pequeño maletín de plástico que se agradece, al menos para no tenerlo en casa «encima de cosas».
Una cosa curiosa que me ha pasado es que si echas la pantalla para atrás al máximo, pesa más la pantalla que el teclado y se llega a levantar ligeramente (ni un dedo). No pasa nada porque las gomas que lo sujetan a la base están muy bien, pero es bastante curioso (vamos, le pesa la cabeza). Otro detalle importante es que el teclado que lleva es inglés estadounidense, por lo que es probable que las teclas (si cambias el idioma a español) no estén en su sitio -en general no es muy problemático-.
El dispositivo no es una máquina como para ponerse a hacer CAD, pero funciona correctamente. Lo primero que me planteé era si instalarle Android 7.1 o dejarle el Linux, y tras varios pensamientos creo que es un dispositivo Linux más que Android (aunque intuyo que funcionará perfectamente y que algún día puede que haga el cambio por probar, y que incluso se quedará con él puesto).
La batería es de 10.000 mAH, lo que de saque da pie a pensar que va a durar bastante, y aún sin haber descargado la batería por completo, tranquilamente podría estar cerca de las 6 horas, ya que consume muy poco. Obviamente esto dependerá del uso que se le de, que no es lo mismo tenerlo con vídeos que con un editor de texto.
A nivel de velocidad, potencia o como queráis llamarlo, no es el ordenador más rápido del mundo… todo lo contrario, cuando abres una aplicación que requiere unos pocos recursos, automáticamente se queda un poco tonto y se nota que no es todo lo que puedes esperar de un portátil «normal y corriente». Eso no quita que para aplicaciones como LibreOffice o Firefox no funcione bien, que lo hace, lo que lo convierte en un buen ordenador para los más pequeños. Además, viene de serie con Scratch, para que comiencen a aprender a programar (y qué menos en una máquina preparada para ello).
A nivel de conectividad viene con Bluetooth y WiFi, esta última muy correcta y que no ha dado problemas en ningún momento. A nivel físico es una máquina de plástico, como es de esperar. Se calienta un poco en la zona donde está principalmente el procesador, pero tampoco de una forma exagerada.
Seguramente la utilidad que le voy a dar es la de meterle un LAMP y tenerlo como máquina local para poder jugar con proyectos o cosas que necesite tener en local. Seguramente no es para lo que está pensado, pero al menos seguro que lo usaré con frecuencia.
A partir de aquí poco más a decir; si quieres una máquina sencilla, no muy potente pero muy aceptable para trabajos de navegación o de edición de texto, y sobre todo para los más pequeños, es la máquina ideal, barata y útil.
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