No soy habitual de entrar en los baños de chicas 😉 pero el otro día me puse a pensar en un detalle muy curioso a mi parecer: los hombres tenemos más retretes que las mujeres.
Cuando hablo de «más» me refiero a formas. Las mujeres, en principio, sólo usan las «tazas», es decir, el de sentarse y poner las posaderas. En cambio, los hombres, a parte de ese tenemos el de la «mini-taza» pegada a la pared (sé de una que está tan alta que he de ponerme de puntillas para mear) o el que es «toda la pared».
¿De quién fue la idea de hacer retretes de este tipo? Bueno, según la Wikipedia, no es lo mismo un inodoro que una letrina o retrete. De lo que yo hablo en realidad es de inodoros (definición: aparato utilizado para recoger y evacuar los excrementos humanos hacia la instalación de saneamiento y que (mediante un cierre de agua limpia) impide la salida de los olores de la alcantarilla hacia los espacios habitados). Lo jodido es que están hechos de porcelana, con lo cara que va 😛
Por otro lado, tenemos las letrinas, que es como habitualmente se llama a los baños en la mili 😛 y viene a ser un agujero en el suelo, donde se va acumulando la mierda.
En fin, y tras esta burda clase de higiene humana, poco más decir. Vaya post de mierda…
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