De pequeño me bautizaron por la Iglesia Católica. Recuerdo que de pequeño cada domingo a las 8 de la mañana tenía que acompañar a mi madre a la iglesia. Incluso, de adolescente me dijeron de ir para realizar la Confirmación, algo que hice, no sé bien bien porqué, pero era entretenido, al más puro estilo esplai con amigos. Incluso estudié en un instituto de curas donde de tanto en tanto nos hacían ir a misa.
Pero con el paso del tiempo, cuando mi uso de razón se volvió un poco activo, me he preguntado muchas cosas. No me he considerado ateo, sino agnóstico, porque creo que es posible que exista algo por ahí, pero siempre con la ciencia a mi lado. Si el universo es tan grande como dicen y venimos del Big Bang, algo ha de haber porque siguen sin resolverse las preguntas como ¿de dónde venimos? o ¿a dónde vamos?
En 2005–2006, cuando el Monstruo del Espagueti Volador comenzó a circular por la Internet me pareció un asunto simpático. Más adelante entendí el porqué de que Bobby decidiera recibir la revelación del mismo.
Algo que puede parecer una broma para muchos poco a poco se ha ido convirtiendo en algo más serio para otros. Si te lees el Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador y el Canon Relajado entenderás que hay detalles de lógica básica que pueden parecer absurdas (y algunas lo son) pero otras te hacen pensar un poco. Al final las religiones no dejan de querer dar una respuesta a de dónde venimos, a la creación del mundo, etc… y lo hacen mediante historias para explicar todo el conjunto.
Con el paso del tiempo, y aún poniendo en duda todo, decidí hace años hacerme Pastafari. Puestos a creer en algo, creamos en lo que nos hace bien. El Pastafarismo quiere todo lo bueno, y es muy laxa en cuanto a sus normas morales. Incluso, no hay “mandamientos” sino sugerencias. El objetivo es sencillo: sé buena persona y haz el bien.
Además, los piratas tenen mucho peso en esta religión, y se incita claramente a vestir como un pirata, hablar como un pirata y actuar como un pirata. Arrrr! En las Sagradas Escrituras muchos piratas surcan los mares, luchan contra ninjas y se cruzan con pingüinos.
Ya en 2010 un grupo de españoles intentaron dar de alta la Iglesia Pastafari pero fue denegada porque el Ministerio decía que era muy “de broma”. En esta ocasión otro grupo se ha puesto manos a la obra y, ahora que me he añadido al equipo, he de decir que vamos muy en serio. Lo más interesante de la denegación de 2016 es que existe una normativa europea que dice que el Registro se ha de limitar a registrar. Es muy conocido que el Pastafarismo está luchando en todo el mundo, por lo que aunque sea muy laxa moralmente, es algo claro que la religión existe, y eso es lo que el Registro de Entidades Religiosas en España no entiende: se han de limitar a registrar y no a decidir si es una religión o no. Aún así, existe una web muy entretenida en la que he estado trabajando en los últimos días en la que se explica todo que debería de servir para ver que esta religión, aunque sea divertida, va en serio.
Lo siguiente, además de seguir con la lucha por el registro, es dar a conocer qué hacemos y porqué.
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