Un médico obtiene mucha información si observa el interior de su paciente a través de tecnologías modernas como CAT o MRI. De la misma manera, los meteorólogos han estudiado cómo evoluciona una tormenta tropical utilizando equipos de radar que proporcionan una interesante imagen de su anatomía.
Estas observaciones ayudarán a mejorar los modelos físicos sobre estos fenómenos, a calcular con mayor precisión las precipitaciones y a hacer más seguro el cielo para los aviones.
El proyecto se inició en febrero de 1999, cuando David Atlas y sus colegas del Goddard Space Flight Center recogieron información de una tormenta poco usual sobre la selva del Amazonas. Los científicos han estado todo este tiempo analizando los resultados y elaborando una imagen de cómo funciona el interior de una tormenta de este tipo.
Las tormentas forman precipitación de dos maneras posibles: creando gotas de agua a baja altitud, o partículas heladas mucho más alto en la atmósfera. La tormenta estudiada era especial porque mostraba ambos procesos operando al mismo tiempo, a medida que evolucionaba.
En los trópicos, el aire está caliente incluso a una altitud considerable, de manera que la lluvia puede producirse en nubes altas, sin que las gotas se congelen antes. Durante la etapa de lluvia cálida, sólo las gotas más grandes caen lo bastante rápido como para superar la presión de las corrientes ascendentes. Las más pequeñas son transportadas muy arriba en las nubes, donde se congelarán para formar nieve y granizo. Así, esta tormenta tenía corrientes ascendentes muy poderosas, y formó precipitación helada en sus niveles más altos incluso mientras dejaba escapar lluvia líquida mucho más cerca del suelo.
Para observar la estructura de la tormenta, se utilizó un avión equipado con un radar. Éste era lo bastante sensible como para detectar los diferentes tipos de partículas que se encuentran desde la base de la tormenta hasta su parte alta, a unos 14 km sobre el suelo de la jungla. En realidad, se usaron diferentes tipos de radar para observar distintos aspectos de la tormenta. Unos se ocuparon de medir los tamaños de las partículas y la cadencia de precipitación, otros el movimiento de las partículas, etc.
El estudio ayudará a validar la información que nos suministra la TRMM (Tropical Rainfall Measuring Mission), una misión espacial que mide las precipitaciones en las zonas tropicales.
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