Emprender es una mierda. Llevo dos horas pensando cómo empezar esta entrada, y la verdad es que, ya sé que es generalizar, pero no se me ha ocurrido una forma mejor de describirlo. Y que conste que emprender tiene sus cosas buenas, principalmente la de la satisfacción personal, pero desde el punto de vista personal, de familia, vida social (llámalo como quieras) emprender no es precisamente lo mejor.
Pero antes de seguir voy a intentar situar un poco, el porqué de esa afirmación y, principalmente tened en cuenta que esto que voy a razonar lo hago desde mi experiencia personal.
Siempre digo que comencé en Internet en el 97, aunque en realidad fue en el 94 cuando iba a casa de un colega y, una vez a la semana, nos conectábamos a vete a saber qué (no recuerdo que había en el 94 por la red de redes, me pilla ya muy lejos). Cada verano, entre curso y curso me daba por aprender algo. Unas veces era Visual Basic, otras vete a saber, hasta que en el 97 cayó en mis manos un manual de HTML 3.2 que imprimí y me empecé a leer. Todavía lo tengo guardado.
Emprender es algo que últimamente se promociona demasiado. El mundo se divide en 2 tipos de personas: funcionarios y emprendedores. Los funcionarios son aquellas personas que su cabeza trabaja en bloques de 8 horas (8 para dormir, 8 para trabajar y 8 para vivir) y que en general tienen unos horarios del rollo de 9 a 2 y de 4 a 7. Fuera de esas horas no les hables de trabajo, que no se van a implicar en nada. Los emprendedores son aquellas personas en las que una semana tiene 10 días, que un día festivo es, con suerte, una mañana o una tarde y los que (a menos que tu familia sea emprendedora) no entienden qué haces en la vida, te piden que te saques un título universitario y que te busques un trabajo de verdad. Si le preguntas a alguien de mi familia «qué hago», los que más se acerquen a la respuesta te dirán «que estoy todo el día en Internet».
Mis padres siempre me dijeron que tenía que sacarme una carrera, y por eso empecé a estudiar informática en la universidad. Cuando comencé la carrera yo ya era conocido en Internet. Ya había conseguido tumbar el 1004 con una inocentada que salió hasta en la tele diciendo que había tarifa plana por 18 euros. En la universidad lo más cercano que tenían a un correo electrónico era un gestor de correo modo texto. Triste. Cuando pasó un año y medio, que he de reconocer que me sirvió de bastante, finalmente me pasé a hacer un CFGS de Administración de Sistemas (porque no quería programar más). En fin, hoy en día me paso más horas delante del Notepad++ con PHP y últimamente hasta directamente ejecutándolo por consola… con eso os digo todo.
Emprendedores hay de 3 tipos: el autónomo, el autoempleo y el que aspira a ser empresario. El emprendedor autónomo es aquel que empieza a hacer cosillas un día y se da cuenta de que llega el momento de tener que facturar de forma legal porque ya esas pequeñas cosillas se están convirtiendo en un lifestyle. Digamos que este tipo de emprendedor es el que está un poco harto del «sistema» y quiere hacer sus cosas. Luego está el emprendedor autoempleo que básicamente se acaba montando una empresa para vivir e incluso llega a tener algún trabajador para que le ayude un poco porque la cosa empieza a ser algo grande. El emprendedor empresario es el que tiene una visión más allá, el que quiere crear algo porque sí, por ganar dinero o por lo que sea, es básicamente el que enfoca su vida en vivir 5 pasos por delante de sus padres (o al menos lo intenta). Yo creo que he pasado por los 3 niveles. AL principio me hice autónomo para cobrar 4 cosas de Adsense que me daban las webs. Luego monté una empresa (OJO internet) que acabó siendo un autoempleo y, cuando me quedé sin un duro y te ves pidiendo pasta a tus padres para pagar la cuota de la hipoteca me busqué a un compañero de aventuras con el que estoy en fase de ser empresario.
¿Y cómo se combina esto con la vida personal? Pues es algo complejo, al menos mi experiencia me dice eso, y lo que veo en algunos de los emprendedores que me rodean, también. Lo principal, familiarmente hablando, es que tu pareja entienda qué haces, porqué trabajas los domingos y, en general, porqué llevas esa mala vida. Reconozco que aunque mi vida personal es digamos que… pobre, siempre se encuentra un hueco para los amigos, parejas y todo eso. Aún así, si le doy un vistazo a los últimos años, creo que sólo habría 2 personas que podrían ser candidatas a ser parejas mías teniendo en cuenta el que son capaces de «entender» lo que hago; más que lo que hago, la situación en la que me encuentro. Una de ellas es capaz de entenderme porque ha vivido prácticamente estas 3 etapas que os comentaba antes y por otro lado porque ella también es emprendedora y sabe lo que son los sábados que se trabaja y los horarios de mierda. También hay que tener presente que esto es un ciclo, y que en el momento en el que puedes disfrutar de tu familia probablemente es que has pasado de ser emprendedor a empresario (por mucho que sigas diciendo y pensando que eres emprendedor).
Personalmente reconozco que en lo que a la vida respecta soy una persona peculiar. Me ha costado pero he acabado con eso de la titulitis tan insistente por parte de mis padres. Supongo que a vuestros padres que vivieron La Transición siempre les inculcaron que tenían que tener un piso / hipoteca, un trabajo en el que no podían decir una palabra más alta que otra porque sino los echaban por insumisión y que tenían que tener una vida ordenada y los domingos se tenían que ir al campo a comer con la familia o amigos. Tengo la sensación Sé que mi madre tiene un disgusto encima porque «su hijo no tiene un diploma colgado en la pared» que dice que es nosequé. Lo que mi madre creo que no entiende es que su hijo sin estudios ahora es profesor en varios máster y que va a dirigir todo un ciclo de estudios en la universidad (inciso, podéis darle una ojeada al Postgrado en Web Analytics). Si algún día tengo un hijo (ya no pido ni dos) tengo claro que de pequeño ha de aprender matemáticas, lengua (4 idiomas mínimo) y a usar Internet, y que luego haga lo que le salga de los co***** en la vida, que aprenda lo que le interese y que viaje por el mundo.
Sé que me dejo mucho sobre la vida personal del emprendedor, como venir a la oficina a trabajar el día 1 de enero «porque se está tranquilo» o irse de «vacaciones» un par de semanas «para acabar de desarrollar un nuevo proyecto» y cosas así (vamos, mi día a día), pero también he de reconocer, como decía al principio, que este estilo de vida te da muchísimas satisfacciones. Yo no sabría tener jefe ya, es más probable que me vaya al monte a plantar árboles (y acabar haciendo un proyecto de eso) que no que acabe entrando en una macro empresa a ser simplemente otro número de empleado más.
Emprender es una mierda, pero me encanta.
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