Sí, no te has equivocado si eres de los que usa Windows para trabajar y te ha llegado una edición de Windows 8 para tu nueva máquina y… te has dado cuenta de que tu pantalla no es táctil y no sabes qué hacer. Eso es lo que me pasó a mi hace una semana tras la forzosa compra de una nueva máquina.
Llevo usando Windows desde su versión 3.1, del año ’94. Tuve la oportunidad de usar Windows 95 en beta (eran unos 15 discos de 3,5″) e incluso hice reports y mandé soluciones a Microsoft, y hace unos años tuve la oportunidad de ser beta-tester de Windows 7 gracias a un programa en el que me metió Jaume en colaboración con Microsoft España.
Pero, una vez más, llega una «versión par» y lo joden todo. Lo siento, las cosas como son. Al cabo de 2 horas de usar Windows 8 estuve a punto de tirar el nuevo portátil por la ventana porque no sabía usar Windows, tras 18 años utilizándolo. ¿Cómo era posible? La respuesta es muy sencilla… si no tienes una pantalla táctil, no sirve para mucho.
Mi objetivo: convertir Windows 8 en Windows 7 dejando «el core». Esto básicamente significa que no quiero para nada la interfaz «Windows UI» (aká Metro), que cuando arranque me vaya al escritorio y que cuando mueva el ratón a una esquina no aparezcan menús extraños de la nada.
Hablando con una persona cercana a Microsoft me dijo que en dos semanas me acostumbraría a la nueva interfaz (¿dos semanas? ¿estamos locos o qué?) así que me recomendó una aplicación llamada Start8 para «pasar el mal trago inicial». Esta aplicación, que tardé en comprar menos de 24 horas tras ver lo que hacía, creo que acaba haciendo todo lo que estás pensando que necesitas, es decir, todo lo que he comentado antes que quería tener: el sistema Windows 8 con la interfaz de Windows 7.
Como la aplicación es válida por 30 días, recomiendo descargarla y probarla… al fin y al cabo podrás comprobar todo. ¿Qué configuración es necesaria? Pues simplemente voy a pegar capturas de pantalla de cómo me la he dejado yo para tener una interfaz «ideal».
Y con esto verás como se te queda un Windows 8 ya disponible desde el primer minuto para poder «trabajar» con tranquilidad.
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