WordCamp para desarrolladores Sevilla 2019

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Una WordCamp para desarrolladores no acaba hasta que publicas una entrada ¿con código? Por ahora me voy a limitar a publicar una entrada explicando cómo ha ido esta primera WordCamp vertical en España.

La previa

Cuando saltó la WordCamp Sevilla me planteé seriamente si mandar para ser ponente o no. Este año me he planteado enviar charlas relacionadas con temas de sistemas, y al final tuve la suerte de ser elegido para un punto híbrido: las caché. Una charla intermedia, pero de la que sólo había tenido la oportunidad de tratar de forma puntual, y sin entrar en detalle.

El viaje

Una vez más, como ya pasó en la WordCamp Pontevedra, he tenido el placer de viajar y compartir alojamiento con Joan Artés, que está en modo recuperación de viajes hacia las WordCamp. En su día tomé la decisión de venirme un día antes del evento, el jueves, para poder disfrutar de las pequeñas reuniones que se suelen crear, y unos días antes llegó la notificación de una Meetup de la Comunidad de Sevilla en modo pre-WordCamp. La excusa perfecta para ver caras conocidas y pasar el rato.

En la Barcelona de Plaza de España

Después de la Meetup y la cena, tuvimos la suerte de que el dúo pinpinilesco de Rocío y Nilo nos entretuvieran con un paseo por en centro de Sevilla contándonos muchísimos intríngulis de la ciudad.

Mi charla

Tuve la suerte, o no, de que mi charla fuera de la primera ronda, considerada la charla número 02. Al llegar a la Universidad de Informática y abrir el portátil, fui a buscar el PowerPoint y me encontré con una sorpresa interesante: el icono no estaba (vamos, era blanco por defecto). Eso sólo podría significar una cosa: Office no estaba instalado ¿cómo era posible? Por suerte tener la licencia me permitió el plan B que era cargarlo en la versión en línea. Tenía un plan C que era hacer la presentación desde el PDF.

Había 3 salas en paralelo y en la segunda, la intermedia, estaba yo, con más de 60 asistentes que esperaban atentos. Llevaba 79 diapositivas para 40 minutos, lo que significaba que tendría que ir bastante rápido.

Como ya he explicado alguna vez no me preparo mucho las presentaciones, pero tuve la suerte de que mi yo del pasado hizo un breakpoint a mitad de la presentación, que me sirvió para hacer una parada técnica y que la gente (y yo) se relajase. Un minuto de esos de preguntar, de ver caras, de ver cómo la gente respondía. El problema fue que después de esa parada me relajé porque pensaba que iba mejor de tiempo y ajusté demasiado, así que me quedé sin ronda de preguntas (porque me la comí).

Ha sido una de las presentaciones en las que más preguntas y consultas he tenido después de la charla, y que por Twitter me han pedido los PDF o la presentación. Por cierto, la tenéis disponible al final de la entrada Caché de WordPress.

Los talleres

Tras mi charla hice un poco de pasilleo, en parte para descansar, en parte para aprovechar y publicar la presentación y acabar de saludar a los más rezagados.

De la tercera tongada de charlas creo que me equivoqué al no ir a la de WP-CLI (que me tocará ver en WordPress.tv) y me fui a una de WooCommerce con React.

Quizá el único problema de todo, no fue de la charla en sí, sino del volumen de las presentaciones, ya que no habían micrófonos en la sala (eran aulas de universidad) y si los ponentes no estaban acostumbrados a hablar en este tipo de aulas no subían el volumen para que fuera óptimo.

Cena de ponentes

Un clásico de las WordCamp es la cena de ponentes y la cena de asistentes. En este caso como estaba de ponente, junto a la organización, voluntarios y patrocinadores nos fuimos a un bar que habían reservado para nosotros.

Ponentes, organización, voluntarios… parte de los que hacen que una WordCamp sea lo que es

Sin duda estas cenas en las que estás de pie picando lo que van trayendo son muy molonas porque en cualquier momento alguien viene, alguien se va, vas y vienes, y genera mucha dinámica.

Al acabar la cena tuvimos la oportunidad de irnos Joan y yo con Rocío y aprovechamos para comentar algunos temas pendientes, principalmente por la idea que tenemos de montar WordCamp Barcelona en 2020. Aún no hay mucho avanzado, pero la idea es hacer algo bastante distinto de lo habitual en cuanto a WordCamp se refiere. Pronto explicaré más, ya que me gustaría hacer todo el proceso bastante transparente para que todo el mundo sepa cómo vamos trabajando.

El lugar

Hay que reconocer que aunque el primer día del evento estuvimos en la Universidad de Sevilla, en esta ocasión estuvimos en el Acuario de Sevilla, que tiene un auditorio muy increíble. Sin duda poder dar charlas y tener un acuario en el fondo da la sensación de estar trabajando en un submarino.

Las ponencias

El hecho de que haya un track hace que todo el mundo vaya a ver las mismas charlas y estemos todos alineados. Me parece bien que sean charlas de 20 minutos ya que hacen que vayas muy al grano y quites la paja del camino.

La charlas, como siempre, se pueden ver en WordPress.tv, así que si te interesa, míralas. Depende mucho del perfil de desarrollo que tengas, pero hay que reconocer que hay algunas muy potentes y que entran en detalles de temas que no solemos tener en cuenta.

Justo antes de retomar la ronda de charlas de la tarde tuvimos un pequeño torneo de Mario Kart… muy improvisado (para la próxima hay que mejorar este punto de la WordCamp 😉).

Quiero destacar algunas con las que tengo cierta relación, como la de Nuria y Javi que han hablado del refactoring de Newtral (proyecto que en su fase anterior estuve ligeramente implicado en la parte de sistemas). Otra a destacar es la de José y por supuesto la Zona Crítica de Juanka y Darío, y el final con la mesa redonda liderada por Joan.

Grabando el podcast de Zona Crítica
David, Fran, Joan, Sonia y Marta

After-party

Un clásico de las WordCamp es la fiesta posterior. Al llegar al sitio iba todo el mundo de punta en blanco porque inauguraban el garito y estaba petado, así que nos fuimos unos cuantos de Barcelona que nos encontramos a cenar. Un sitio de esos que parece cutre, pero en donde te llenas por cuatro céntimos.

Al final nos fuimos de nuevo al lugar, que estaba algo más vacío, y poco a poco fue llegando la gente del evento. Un poco (mucho) de reguetón y muchas conversaciones. Muchas. Tantas que al día siguiente estará afónico (y tenía que liderar una mesa).

La idea era quedarnos hasta las 4 de la mañana, ya que Joan y otros tenían que ir al aeropuerto a un vuelo a poco más de las 6, así que decidieron empalmar.

La anécdota

Justo cuando estábamos de camino para salir del local nos fuimos a despedir de Gerardo que acabó dando un manotazo a una copa y se acabó abriendo la parte anterior de la muñeca. Con un que sale sangre de aquí, pedí el botiquín y le hice unas primeras curas (hay cosas que no se olvidan cuando has estado un tiempo de socorrista) y le acabé haciendo un pequeño vendaje y le dije que se fuera a urgencias (más que nada por si se le quedaba algún pequeño fragmento de cristal de esos que parece que no están). Por la mañana me mandaron el informe médico diciendo que le habían puesto un par de grapas pequeñas.

Contributor Day

Una vez más he sido el líder de la mesa de hosting. En esta ocasión en la que habían tantos desarrolladores muchos se han ido a las mesas de plugins que iban a aprovechar más, pero nos hemos juntado un grupo de 7 personas para comentar temas pendientes de un par de proyectos de la Comunidad.

Y, eso sí, que no falte recuperar fuerzas con unas pizzas.

Y, para acabar y distraerse, entre pizza y pizza, futbolín.

Hasta Granada

Y ya la despedida. A la próxima WordCamp Valencia no puedo ir por tener otro compromiso, pero sí que bajaré a la WordCamp Granada que, como no, me iré una semana antes y volveré una semana después.

Tengo ganas de intentar preparar una cosa especial (espero que pueda y salga) así que estad atentos al Contributor Day y por supuesto a la charla Adapta el crecimiento de tu sitio junto a tu hosting.

Nos vemos por las WordCamp.

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